MENTAL, LA NUEVA
REVOLUCIÓN
COGNITIVA

“La lingüística es una rama de la psicología cognitiva” (Noam Chomsky)

“Paradójicamente, la Ciencia Cognitiva fue fundada sobre un error: suponer que el cerebro es un computador digital y que la mente es un programa de ordenador” (John Searle)



La Ciencia Cognitiva

El nacimiento de una ciencia

La Ciencia Cognitiva tiene como objetivo el estudio de la estructura y funcionamiento de la mente humana. Es una interciencia, es decir, una ciencia con enfoque interdisciplinario en la confluyen seis ciencias en el llamado “hexágono cognitivo”: filosofía, lingüística, psicología cognitiva, inteligencia artificial (IA), antropología y neurología. La unión de estas seis ciencias es necesario, pues se reconoce que ninguna de ellas es autosuficiente para estudiar algo tan complejo y que se requiere el esfuerzo colaborativo de estas 6 disciplinas fundamentales para lograr dicho objetivo.

La Ciencia Cognitiva es una ciencia relativamente nueva. Se considera que nació conceptualmente en 1956, en el Simposio sobre Teoría de la Información en el MIT, donde se acuñó el término “inteligencia artificial”, y donde Simon y Newell presentaron su “máquina de lógica teórica”, un programa de inteligencia artificial que realizaba demostraciones automáticas de teoremas lógicos.

Pero la Ciencia Cognitiva nació formalmente en los años 1970’s gracias a una iniciativa de la Sloan Foundation. Esta fundación apoyó financieramente la creación de la “Cognitive Science Society” y de la revista “Cognitive Science”. Según esta fundación, la Ciencia Cognitiva tiene como objeto “descubrir las capacidades representacionales y computacionales de la mente, y la representación estructural y funcional en el cerebro” [Gardner, 1988].


El problema de la mente

El problema de la mente cubre varios aspectos, entre ellos los siguientes:
Las disciplinas del hexágono cognitivo
La concepción de la mente a lo largo de la historia

Aunque la Ciencia Cognitiva nació formalmente en el siglo XX, el problema de la naturaleza de la mente ha estado presente en todos los momentos de la historia, aunque sus fundamentos teóricos y prácticos se remontan a los antiguos griegos. Hitos en la evolución de la concepción de la mente han sido:
Las revoluciones cognitivas

Ha habido varios cambios de paradigma sobre las concepciones de la mente humana, que han supuesto revoluciones cognitivas.

La primera revolución cognitiva es la revolución interior, el paso del conductismo al cognitivismo. Se reivindica el papel de los procesos mentales frente a la concepción de la mente como un “caja negra”. Es una contra-revolución: contra la psicología conductista imperante en su época. Considera que los procesos mentales son objeto de estudio científico.

Los eventos más relevantes de esta revolución fueron: Gracias a los principios cognitivos, los psicólogos pudieron desentrañar algunos mecanismos de la mente que habían permanecido ocultos: las operaciones de memoria, la producción de razonamientos abstractos, las reglas del lenguaje, la formación de símbolos, la generación de imágenes mentales, etc.

La segunda revolución cognitiva puso énfasis en varias ideas:
La analogía entre cerebro/mente y el ordenador

La principal metáfora de la Ciencia Cognitiva es “La mente es al cerebro como el software es al hardware”. Esta metáfora permitía unir neurología (cerebro) y psicología (mente), pero se ha convertido en casi una metáfora universal. El ordenador es una metáfora muy poderosa que ha cambiado nuestra concepción de las cosas.

Gregory Chaitin es uno de los autores que más ha reconocido el carácter universal del ordenador y su impacto en todos los órdenes. He aquí algunas de sus opiniones: Debido a sus características de universalidad y potencialidad, el ordenador de propósito general se ha considerado como metáfora del cerebro y la mente. Las analogías entre ordenador y cerebro/mente son las siguientes:

OrdenadorCerebro/Mente
HardwareCerebro
SoftwareMente
Memoria interna y externaMemoria
Juego de instruccionesLéxico mental (semántica lexical)
Lenguaje de máquinaLenguaje de la mente (semántica estructural)
Proceso computacionalPensamiento
Representaciones simbólicasRepresentaciones mentales
Lógica booleanaLógica del razonamiento humano
Entrada-SalidaÓrganos sensoriales (de entrada) y respuestas de salida al exterior: interacción con el entorno

En principio, la metáfora del ordenador como nuevo modelo de la mente/cerebro se consideró la “llave maestra” que abría las puertas de la explicación de la mente y la conducta humana. A los ordenadores se les denominaba “cerebros electrónicos”. Sin embargo, pronto se vieron las limitaciones del modelo porque la mente humana es muy compleja y que ningún modelo informático puede replicar. El ordenador, estructural y funcionalmente, está aún muy lejos de aproximarse a la mente humana: Uno de los primeros que en seguida se percató de la importancia del ordenador como modelo de la mente fue John von Neumann, el pionero de los ordenadores digitales.

Hilary Putnam adoptó la metáfora del ordenador como modelo en la problemática mente-cuerpo, pues aclaraba el problema o el misterio de la relación mente-cuerpo: la mente es al cuerpo como el software es al hardware. Para Hilary Putnam, la invención del ordenador fue un suceso muy importante para la filosofía de la mente.

La metáfora del ordenador se convirtió en el nuevo paradigma de la Ciencia Cognitiva. Este paradigma era superior al paradigma conductista imperante hasta entonces basado en el modelo estímulo-respuesta y la mente como una “caja negra” de la que no se sabía nada o no se quería saber nada. El punto de vista del conductismo estaba justificado porque la ciencia debe basarse en hechos objetivos y la mente es algo subjetivo, pero el ordenador permitía estudiar indirectamente la mente.

La metáfora del ordenador no solo se ha aplicado a la mente. También se especuló de que el propio universo era un gigantesco ordenador que estaba ejecutando un programa. El ordenador se convirtió en una metáfora universal: del mundo interno (mental) y del mundo externo (físico). “El universo un ordenador digital” (Konrad Zuse, Edward Fredkin, Stephen Wolfram).


El problema de la semántica y de la conciencia

Históricamente, el ordenador de propósito general se construyó aplicando unos conceptos muy simples, de tipo superficial, los conceptos de la lógica binaria, es decir, de nivel semántico muy bajo. No obstante, este nivel semántico ha ido aumentando con la evolución de la informática en general y de los lenguajes de programación en particular. Se ha pasado del lenguaje de máquina a los lenguajes de cuarta generación (4GL), unos lenguajes próximos al lenguaje natural, y a los lenguajes de IA (quinta generación).

No hay consenso universal respecto a si las máquinas pueden llegar a pensar, a ser inteligentes o a ser conscientes. Los investigadores de la inteligencia artificial buscan un único paradigma que explique la conciencia, a imitación de la “Teoría de Todo” de la Física.

Los robots ven y oyen mucho mejor que nosotros, pero no “entienden” lo que ven y oyen. Un robot no reconoce en una habitación sillas, mesas, etc. porque solo ve pixels, por lo que necesita un proceso complejo y largo para reconocerlos y asignar semántica (profundidad) a la sintaxis (superficial). Ray Kurzweil concibe un punto que llama “singularidad” en el que los robots procesen información de forma exponencial y creando, a su vez, nuevos robots.

El ser humano tiene consciente y subconsciente. El subconsciente realiza una serie de procesos internos para tener una comprensión de la realidad en general y de que está sucediendo en su entorno en particular. Las máquinas también deben tener estos dos aspectos, si queremos que tengan inteligencia y conciencia.

John Searle rechaza la idea de que la mente humana sea un programa (o software) de un ordenador (el cerebro). Rechaza la IA fuerte, pero no la IA débil (la simulación de la mente). Ilustra con un ejemplo significativo (la caja china) la imposibilidad de que una máquina pueda pensar, que la IA fuerte es imposible.

Según Roger Penrose, nunca podremos fabricar una máquina inteligente porque jamás tendrá conciencia de sí misma, no tendrá un “yo”, por lo que jamás podrá llegar a igualar a la mente humana porque carece de semántica y de conciencia. De todas formas, se está trabajando en la idea de simular un “yo”.


El problema del sentido común

Para que las máquinas sean inteligentes, deben ser capaces de tener “sentido común”, es decir, reconocer cosas y relaciones que son evidentes para nosotros pero no para las máquinas, como: el tiempo no corre hacia atrás, el fuego quema, los padres son más viejos que los hijos, las cuerdas no sirven para empujar, una cosa caliente calienta a una cosa fría, etc.

El intento más ambicioso de implementación del razonamiento humano del sentido común fue el sistema CYC (acrónimo de “encyclopedia”), una idea de Douglas Lenat [Lenat & Guha, 1990]. Su lema era que “la inteligencia es 10 millones de reglas”. Uno de los objetivos de CYC era que el sistema, a partir de un cierto momento, fuera capaz de captar nueva información por sí mismo, leyendo libros y revistas.

CYC es un ejemplo de ontología en el dominio de la representación del conocimiento. El proyecto se inició en 1984, llegando a cubrir 100.000 conceptos y un millón de reglas o inferencias. Se escribió en el lenguaje CycL, basado en el cálculo de predicados.

CYC utiliza un conjunto estructurado de conceptos. El concepto de más alto nivel es Thing (cosa). Cualquier cosa es una instancia (caso particular) de Thing. Debajo de este nivel aparecen otros conceptos menos abstractos como: objeto individual, colección, sustancia, evento, proceso, agente, propiedades, etc.

CYC se considera actualmente un proyecto fallido. La razón es que no se puede abordar este tema desde lo particular, lo superficial. Hay que fundamentar todo en lo universal, en lo profundo, a partir de unos conceptos iniciales, primitivos o universales y de ahí ir derivando todos los conceptos derivados y las relaciones entre ellos, incluyendo las relaciones de sentido común.


El lenguaje de la mente

A lo largo de la historia se han sugerido diferentes modelos que han intentado explicar el funcionamiento de la mente. Sin embargo, la hipótesis de la existencia de un lenguaje mental, interno, es el modelo que suscitado más interés: Para Chomsky, la interpretación del mundo se basa en sistemas de representación inherentes a la estructura de la mente, siendo el lenguaje es el mejor modelo para conceptualizar los procesos de pensamiento.

El libro de Jerry Fodor “El lenguaje del pensamiento”, publicado en 1976, constituye un hito en la Ciencia Cognitiva. Su tesis central es que “el punto de vista computacional es el único modo plausible de entender la actividad mental”. Fodor acude a la metáfora del ordenador en su sentido literal, defendiendo por analogía la existencia de un “lenguaje del pensamiento”: mentalese (palabra latina que en español se traduce como “mentalés”). Este hipotético lenguaje tendría las siguientes características: Otros autores:
MENTAL, la Nueva Revolución Cognitiva

Más allá del hexágono cognitivo

En el hexágono cognitivo, cada una de las 6 disciplinas establece relaciones más o menos estrechas con todas las demás. Son relaciones interdisciplinarias, aunque todas ellas girando en torno a un mismo objetivo: intentar conocer la mente. MENTAL integra las 6 disciplinas del hexágono cognitivo y más disciplinas, todas ellas con una fundamentación común: MENTAL, además integra más ciencias formales:
Otros temas
El problema de la conciencia

La conciencia se sitúa en un nivel superior a la semántica. La semántica pertenece al mundo mental. La conciencia pertenece al alma. No obstante, la conciencia se manifiesta a nivel mental a través de los arquetipos primarios.

Siempre se ha considerado al ordenador como una metáfora de la mente. Si se implementasen las primitivas de MENTAL, el ordenador sería más que una metáfora de la mente: sería la máxima aproximación posible a una mente.

La mente humana no se puede reducir a lo superficial, formal o computacional porque en este nivel no se puede representar el conocimiento. La mente humana se fundamenta en lo profundo, en la semántica. La mente humana podría reducirse a un número reducido de elementos cognitivos o metáforas esenciales, y de unas reglas o patrones combinatorios de esos elemento capaces de generar un número infinito de ideas o pensamientos.


Conclusiones

MENTAL es una nueva revolución cognitiva, pero va más allá porque la verdadera revolución no es la cognitiva. La verdadera revolución es la universalista, la junguiana, la del Unus Mundus de los arquetipos primarios, que va más allá de la mente para contemplar la estructura profunda común de la realidad que está estructurada como lenguaje universal.

MENTAL es el lenguaje universal buscado por Leibniz. Es la química mental de Mill. Es la gramática universal buscada por Chomsky.

La nueva revolución cognitiva no se basa en el ordenador, sino en el “ordenador mental”, el ordenador que implemente el juego de instrucciones o primitivas de MENTAL.

MENTAL es la culminación del proceso de búsqueda de la naturaleza de la mente. La mente no es algo concreto que pueda ser atrapado. La mente no puede comprenderse a sí misma, no puede analizarse a sí misma. Es necesario contemplarla desde un nivel superior, que es la conciencia, una facultad que está por encima de la mente. La mente es un espacio de libertad. La realidad interior está regido por grados de libertad.

La sociedad de la información y del conocimiento es enteramente dependiente de los lenguajes utilizados. Un lenguaje universal como MENTAL aceleraría aún más el desarrollo de la sociedad de la información y del conocimiento al democratizar y estandarizar el lenguaje de programación, de inteligencia artificial y de representación del conocimiento.



Bibliografía